día 4603 de esclavitud, castrado permanentemente

el Dueño salva al objeto de muchas formas. le ha dado una razón y un motivo para existir, para despertarse cada mañana. también le ha dado un lugar en el mundo, un punto desde el que interpretar y ver el mundo. también el Dueño salva al objeto de él mismo cuando le enseña a afrontar las circunstancias que se presentan. en los últimos meses han sido estas lesiones que han condicionado el día a día del objeto. las palabras del Dueño ponen todo en su sitio, la encajan y ayudan al objeto a soportar el dolor. el Dueño dijo cómo tenía que vivirlo el objeto, qué tenía que hacer, en definitiva qué sentido tenía. desde ese momento todo fue diferente. el dolor seguía pero ya no abrumada al objeto sino que esto lo vive como parte de su sumisión. ha sido una de las ocasiones en las que se ha puesto de manifiesto que el Dueño conoce al objeto mejor que el objeto mismo y, por tanto, sólo Él sabe lo que mejor conviene al objeto.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.