lo bueno de ser
roto, quebrado, incluso destruido en una sesión bdsm es que dejas ir
todas las cosas superfluas a las que te has agarrado siempre, esas
falsas inseguridades que han impedido que te sometieras realmente. el
objeto no ha tenido una sesión pero ayer el Dueño, incluso en la
distancia y con solo unas palabras, lo rompió. el efecto fue que hoy el
objeto estuvo casi todo el día en un profundo subspace, más profundo de
lo que ha estado durante todo el verano. también estuvo especialmente
sumiso y dependiente del Dueño. fue un paso más, porque esto se dio
cuenta de que no hay forma de vivir fuera de la influencia del Dueño,
justo al contrario. el Dueño da sentido a la existencia del objeto y
todo debe ser puesto bajo sus botas. ese control es necesario,
imprescindible para mantener al objeto en un estado de sumisión. no es
algo impuesto por el Dueño sino algo suplicado por el objeto. esto ha
estado dando vueltas todo el día a lo que pasó ayer, a como el objeto no
puso bajo las botas del Dueño alguna cosas y como el Dueño lo castigó
duramente: tres días sin jaula. el objeto lo sigue intentando, pero lo
intenta mal. aún cree que puede hacer cosas por él mismo y lo único que
puede hacer es obedecer y someterse.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
domingo, 14 de agosto de 2022
día 4594 de esclavitud, castrado permanentemente
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