el último paso de la sumisión, al menos el último que es capaz de concebir el objeto, es precisamente la objetificación, o la despersonalización.. la forma más efectiva de hacerlo, como hemos comentado en alguna ocasión en este blog, es mediante la privación sensorial pero sobre todo con la utilización de capuchas. la identidad se expresa sobre todo en el rostro, por eso en todos los carnet o documentos de identificación está la cara. en ninguno se saca una foto de los pies o las manos. además la expresión del rostro son las muestras de los sentimientos y la vida interior del objeto. si se elimina esta, se alejan aquellos. un inferior encapuchado está mucho más cerca de un objeto que de otro ser humano. teniendo en cuenta que eso es lo que desea, no debe entrar en consideración ningún tipo de cuestión moral. es lo que es y debe ser tratado así.
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