la fantasía del secuestro es, posiblemente, una de las más recurrentes en el imaginario de los relatos bdsm. el motivo es claro. un secuestro es la manera forzosa de abandonar nuestra vida de humanos y entrar en el mundo de la Dominación y la sumisión, y hacerlo de una manera no voluntaria. es el recurso psicológico de que ocurra lo que deseamos pero sin tomar la decisión de que pase y, por lo tanto, sin cargar con la responsabilidad de nuestra decisión. para un inferior tomar la determinación de someterse puede ser angustiosa. primero porque es una decisión, y precisamente la clave de todo es dejar de elegir. y segundo porque eso va en contra de todo lo que nos han enseñado durante tanto tiempo, desde nuestro nacimiento casi. hacer que otro tome la decisión por nosotros parece la salida más obvia. sin embargo eso no es así porque un secuestro sigue siendo un secuestro, y está bien en la fantasía pero es muy duro en la realidad. al final tenemos que asumir la responsabilidad, negociar, saber que la persona a la que nos sometemos no es un psicópata o va a causarnos un daño irreparable. eso nos lo debemos al menos. no todos los que se dicen Amos lo son, y aquellos que abogan por un secuestro a lo mejor son aquellos incapaces de que un inferior se les ofrezca voluntariamente. ahí está el mérito.
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