día 4576 de esclavitud, castrado permanentemente

ha vuelto a ocurrir, y posiblemente ocurra en más ocasiones. el objeto ha dado por supuesto algunas cosas y eso ha implicado cometer un pecado contra el Dueño. el Dueño había dado al objeto permiso para una cosa y el objeto dio por supuesto que, ya que tenía que mantener una reunión para cumplir la primera, el permiso de esa reunión estaba dado. por supuesto fue mucha presunción. el Dueño se dio cuenta al leer la agenda del día, que cada mañana el objeto le envía, y pidió explicaciones al objeto. cuando esto se lo dio se hizo evidente que no tenía permiso del Dueño, ni le había informado siquiera de esa reunión. y ahí está el pecado. el castigo fue estar hoy y mañana sin jaula. este se ha convertido en un castigo recurrente, y debe decir el objeto que uno de los más duros. para cualquier otro sería casi una liberación, estar sin jaula durante un tiempo, aunque solo sean dos días. en absoluto lo es para el objeto. estar sin jaula es como estar desnudo, con la permanente sensación de que le falta algo, de que está incompleto. es un auténtico castigo.
tras unas horas sin llevar la jaula el objeto escribió al Dueño lo siguiente: "esto humildemente pone bajo sus botas que el objeto lleva toda la mañana trabajando en silencio, intentando compensar y asumir el pecado que ha cometido, mi Dueño". a lo que el Dueño contestó: "No hay nada que asumir, es lo que es". entonces el objeto cayó en la cuenta de que era cierto. el objeto ni siquiera debía pensar en eso, o sentir algo, sencillamente debe obedecer. no tiene ni derecho a sentirse culpable porque eso es un sentimiento fruto de una valoración moral y la única cosa, lo único que debe plantearse un objeto es si ha obedecido o no. si la respuesta es no debe cumplir el castigo impuesto y seguir adelante, obedeciendo. el objeto no debe aprender a comunicar al Dueño si tiene una reunión o no. lo que debe aprender es a obedecer, cada vez más y mejor. eso es lo único que importa y por eso hoy y mañana estará sin jaula.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.