demasiado a menudo esconderse no sirve de nada, porque hay armarios que tienen las paredes transparentes. frecuentemente huimos de nosotros mismos, pensando que los demás no se dan cuenta de lo que somos, de que los engañamos, cuando somos nosotros los primeros engañados, y a veces los únicos. si esto pasa con la orientación sexual, mucho más ocurre con los fetiches. creemos que nadie interpreta nuestra mirada, nuestra expresión de placer y deseo ante esto o aquellos, o que ignoran nuestro comentario. es cierto que tampoco tenemos que ir por ahí expresando y manifestando cuáles son nuestros deseos más profundos, pero intentar esconderlos es una inutilidad. la alternativa lógica es aceptarlos, ser sincero con uno mismo. ponerse delante de nuestro ser, reconocer y aceptar lo que somos, siempre intentando quitar al ego de la ecuación, porque lo que hará el ego es engañarnos y hacernos crees que todo eso es falso o que es malo; y no es ni una cosa ni otra. cada uno es especial y único, si no nuestros Amos no se habrían fijado en nosotros, y debemos hacer honor a esa elección, a ese hecho. la mejor forma de hacerlo es arrodillarnos ante Ellos y someternos a Su Voluntad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario