aunque en este blog hablamos de la esclavitud siempre desde un punto de vista voluntario, es cierto que el bondage debe emplearse en ocasiones para controlar al inferior. hay veces en las que el ego nos juega una mala pasada y queremos "escapar". si la relación está comenzando, eso puede ser un indicativo de que tal vez no sea la relación que estás buscando. si la relación lleva tiempo, va bien y ese sentimiento no tiene explicación, entonces posiblemente sea el ego intentando volver a adueñarse del inferior y hacerse fracasar. es en esta segunda circunstancia en la que el bondage se convierte en una forma de control necesaria para, controlando lo físico, controlar lo psicológico.el objeto se lo ha planteado en alguna ocasión al Dueño. si eso ocurriera, si el objeto se "rebelara" por alguna circunstancia, esto ha pedido, suplicado al Dueño que le obligue mediante el bondage, a mantenerse sometido, forzándolo si fuera necesario. el objeto es plenamente consciente de que esto bordea los límites de una relación bdsm, especialmente en el apartado del consentimiento. pero para el objeto es como cuando alguien tiene una adicción y le pide a alguien que le impida caer en ella aunque eso implique utilizar cierto grado de fuerza, incluso de violencia. la libertad es la adicción en este caso, y la esclavitud voluntaria es la forma de evitar caer en ella. el objeto está seguro de que si esto ocurriera, si el Dueño forzara al objeto a mantenerse firme en su compromiso de servirle y someterse a Su Voluntad, la tentación pasaría y el objeto se sentiría salvado después de haber paseado por los límites del abismo.
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