se suponía que iba a
ser un día tranquilo y lo ha sido, de hecho el objeto tenía programadas
algunas cosas que hacer y no las ha terminado porque se ha dedicado a
navegar por internet y a ordenar cosas en el más puro estilo
procastinador. aún así no se culpa porque ya es suficiente con que pueda
sentarse delante del ordenador a trabajar algo, aunque sea. eso sí, la
presencia del Dueño ha sido constante de nuevo. es como un pensamiento
que no se va, como una idea recurrente que siempre está ahí y de la que
no puedes escapar, como una presencia constante. nunca hubiera podido
decir que en la distancia se puede dominar a alguien, o a algo de esa
forma, y el Dueño lo consigue. y además cada vez va a más, es más
profunda esa presencia, más perceptible. no diría observable porque no
se puede ver desde fuera pero está ahí. los rituales a los que está
obligado el objeto, las normas a seguir, las órdenes puntuales.... todo
constituye una jaula, una mazmorra invisible que mantiene al objeto
controlado, y sometido. la clave está en que cuando el objeto tiene
alguna tentación de algo, el ego se intenta hacer presente o se le
ocurre algo que iría en contra de lo que piensa o ha ordenado el Dueño,
casi inmediatamente siente vergüenza y es como si mirase alrededor
temiendo que el Dueño lo estuviera mirando. el objeto se siente
constantemente vigilado por el Dueño. es una sensación muy extraña pero a
la vez gratificante para un inferior, para un objeto, para algo que es
propiedad de su Dueño.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
domingo, 15 de mayo de 2022
día 4503 de esclavitud, castrado permanentemente
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