el objeto fue hoy a una comida familiar. o mejor dicho, el Dueño ordenó al objeto ir a una comida familiar. esa es la forma correcta, porque es la dinámica que el Dueño ha establecido. el objeto pone bajo sus botas sus invitaciones sociales, solo algunas, aquellas imprescindibles para mantener su apariencia de humano o que no vayan a provocar conflicto, y el Dueño ordena si ir o no. era casi la primera comida familiar desde el confinamiento, porque las reuniones estaban prohibidas y hay gente muy sensible en el entorno del objeto. también es cierto que el objeto se ha mantenido a distancia de los vínculos familiares. no vamos a ser ingenuos, la mayoría de las familias, si no la totalidad, son disfuncionales, a pesar de lo que diga la televisión y de lo que indique la cultura. si los mirásemos desde un punto de vista objetivo, desde fuera, sin tener en cuenta ese extraño vínculo "de la sangre", la realidad es que no tenemos casi nada en común con nuestra familia, el menos el objeto no. otra cosa es la familia elegida. por eso al objeto le gusta mucho el término "casa", entendida como conjunto de personas alrededor de un cabeza de familia. hasta la edad contemporánea una casa incluía sirvientes y sus familiares, empleados, administradores y, por supuesto, los familiares de sangre de ese cabeza de familia. el objeto se siente de la casa del Dueño, inserto en una tradición por cierto muy antigua. si el Dueño admitiera a otro esclavo, sumiso, boy, o cualquier inferior y entrara a formar parte de su casa, también sería "familia" del objeto. aquí no entra en juego el gusto, si al objeto le agrada o no, ni ninguna otra consideración. lo único que importa es el Dueño, el cabeza de la casa, el que da las órdenes, al que todos deben someterse. hoy el objeto pensó esto mientras estaba con su "familia sanguinea". el parentesco es una invención social, una herramienta de organización que las distintas culturas tienen para establecer responsabilidades y obligaciones y, en última instancia, para decir quien acaba heredando los bienes, que suele se el final de cualquier otro vínculo previo.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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