el objeto siente que
hoy ha perdido el tiempo por la tarde. tuvo una formación a la que se
apuntó con permiso del Dueño pensando que era interesante y que le
aportaría algo. se equivocó. al final quedó con una profunda sensación
de pérdida de tiempo, lo cual es importante porque el objeto no está
para perderlo. al contrario de lo que pudiera parecer no es una
afirmación llevada por el ego, sencillamente es un reconocimiento de que
el objeto se equivocó, nuevamente, a la hora de hacer una elección. y
el objeto se sigue sorprendiendo de que le ocurra esto, de que siga
eligiendo cualquier cosa sabiendo que siempre se equivoca o no sale
bien. es cierto que la circunstancia le obliga a ello porque existe un
espacio, un ámbito, el laboral, donde el Dueño no está tan presente o no
controla determinados aspectos. en un mundo ideal el objeto estaría
trabajando para el Dueño, siguiendo sus órdenes también en el trabajo,
pero el objeto no vive en ese mundo. aunque tampoco sería un mundo
ideal. lo sería si el objeto no tuviera que volver a relacionarse con
otro humano que no fuera el Dueño. entonces el control sería total.
mientras ese momento llega el objeto seguirá poniendo bajo las botas del
Dueño todo lo que le pase y ocurra, toda decisión que deba tomar
reduciendo así el riesgo de equivocación, que siempre existe porque
nunca sabemos si el regalo nos va a gustar hasta que lo desempaquetemos.
pues esto es igual, algo que tenía buena pinta ha resultado ser
bastante desastroso.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
jueves, 31 de marzo de 2022
día 4459 de esclavitud, castrado permanentemente
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario