era previsible. a
medida que la dependencia del objeto aumenta con respecto al Dueño al
objeto se le hace más complicado poder vivir entre los humanos. a pesar
de haber comenzado el día bien, a medida que avanzaba el objeto siguió
sintiéndose triste y decaído. desde que volvió de servir al Dueño la
última vez no consigue volver a la ataraxia durante mucho tiempo. el
Dueño le ha dicho que es normal, que se debe al ajuste, a la
recuperación después de estar bajo sus botas. también dice que ocurre en
cada viaje y que el objeto se recuperará. sin embargo parece evidente
que llegará un momento en que el objeto no pueda vivir entre humanos,
que no pueda soportar hacerse pasar por uno de ellos. esto supone que
cuando ocurra será inevitable ser encerrado y no tener más contacto con
el mundo exterior que el que el Dueño decida, que puede ser ninguno
nunca más. para muchos puede ser una perspectiva horrible, no volver a
ver a otro humano que no sea el Dueño, pero para el objeto es una
perspectiva apetecible y deseable. de hecho le ayuda a seguir adelante
cada día, es como un horizonte. los días en que tiene que trabajar desde
casa, hoy el objeto pasó siete horas entre cursos y formaciones delante
del ordenador, la cosa mejora, porque lo duro es tener que relacionarse
con esos egos que van actuando por ahí, que se muestran y manifiestan y
que intentan hacer que el objeto sea y se comporte como ellos. es casi
una lucha constante, pero el objeto lo toma como parte de su
entrenamiento, como algo que tiene que hacer para poder servir al Dueño.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
miércoles, 30 de marzo de 2022
día 4458 de esclavitud, castrado permanentemente
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