el día se complicó
desde el principio. el objeto tuvo que llevar a un familiar a urgencias
porque tenía un dolor en un costado muy fuerte. debido a las
restricciones de la covid nadie se puede quedar así que volvió a casa.
estuvimos esperando toda la mañana y al final la van a dejar ingresada
porque tiene una infección. dentro de lo malo que podía ser no lo es
demasiado. en un mundo ideal un inferior no tendría que enfrentarse a
estas cosas sino que viviría entre cueros, latex, artefactos de bondage y
de tortura y su vida sería muy simple obedeciendo. sin embargo no
vivimos en un mundo perfecto. la sociedad que rechaza esta forma de vida
sigue siendo mayoritaria y hay otro tipo de relaciones, que no
elegimos, pero que implican compromisos y obligaciones. la clave
consiste en encontrar el equilibrio entre estas distintas formas de
vivir haciéndolas compatibles. a veces es fácil y a veces no lo es, pero
de eso se trata la vida precisamente, de intentar compaginarlas. el
resto del día el objeto estuvo preocupado, y puso absolutamente todo
bajo las botas del Dueño. ahí está otra clave. el objeto no vive nada
solo, todo está compartido, aunque esta no es la forma correcta de
decirlo. compartir implica que los dos polos de la relación están al
mimo nivel y no es así. tal vez la expresión correcta sería que el
objeto lo ofrece todo y lo pone bajo las botas del Dueño. eso es lo
único importante, lo que realmente da sentido a todo. si no fuera así
hace tiempo que el objeto habría dejado de existir, de vivir. sin el
control del Dueño hace tiempo que el objeto hubiera desaparecido, y lo
dice en sentido figurado, pero también real.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
martes, 29 de marzo de 2022
día 4457 de esclavitud, castrado permanentemente
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