si hay algo que al
objeto le parece peor, mucho peor que el error, es la perseverancia
orgullosa en él. si hay una manifestación evidente del ego es el hecho
de reconocer sus errores. a los humanos les cuesta tanto que, por no
pedir disculpas, son capaces de negar radicalmente y contra toda
evidencia, que se han equivocado. la pretensión de que todo el mundo
está equivocado menos yo es tan ridícula que acaba siendo cómica. el
objeto hace esta reflexión porque es precisamente esa la situación que
está viviendo con la "compañera" que lleva dos meses fastidiando en el
trabajo y poniendo en evidencia a los jefes. hoy hemos vuelto a
coincidir y ha venido con una actitud tan altiva que resulta irrisoria.
admite que metiste la pata, pide disculpas, corrige el error y restaura
el daño y sigue adelante. eso es lo que alguien maduro y funcional
haría. pero no, más bien al contrario. todo el mundo está equivocado y
yo tengo razón y además soy la víctima. después del malestar y enfado
del primer momento, el objeto y algunos compañeras nos pusimos a
trabajar en lo nuestro, en concreto en algo que teníamos que entregar
esta tarde. así se fue la mañana. por la tarde hicimos lo que habíamos
preparado por la mañana y salió estupendamente, sin la ayuda ni la más
mínima colaboración de la compañera, lo cual demuestra que nadie es
imprescindible en el fondo y cuando juegas esa baza tienes que estar muy
segura de que va a salir bien.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
miércoles, 23 de marzo de 2022
día 4451 de esclavitud, castrado permanentemente
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