en el bdsm el cuerpo es algo más que lo puramente físico, es el vehículo para conseguir la sumisión, la obediencia. el cuerpo del inferior es el camino por el que se consigue romper su espíritu, poseerlo, dominarlo. las vías pueden ser muchas, pero hay dos sobre todo, el placer y el dolor. son dos caras de la misma moneda, intercambiables la mayoría de las veces, combinables siempre. ocurre algo parecido con los tatuajes. hacérselos es doloroso, sin embargo hay gente adicta a ellos, aunque hay que tener un cuerpo determinado para poder llevarlos bien. cada punzada de la máquina acerca al tatuado a su objetivo: convertir su cuerpo en un lienzo, cada golpe del látigo acerca al sumiso al suyo: convertirse en el mejor esclavo posible.
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