el objeto, cuando
está solo, debe llevar los grilletes unidos por una cadena y el collar.
aún siendo símbolos de sumisión y obediencia, nadie lo ve. los lleva
porque el Dueño así se lo ha ordenado e intuye el objeto que su
finalidad es que acepte su naturaleza y empiece a acostumbrarse a
llevarlos para cuando esté en presencia del Dueño físicamente y para
cuando el Dueño lo saque definitivamente del mundo y lo encierre.
entonces cambiará el Dueño los grilletes de cuero que lleva por los de
metal que están en madrid y no habrá marcha atrás. de hecho no la hay.
cuando va a madrid da igual por donde vaya, lo primero que hace el Dueño
es ponerle la cadena y los grilletes y no se los quita en ningún
momento. cuando ha salido por ahí los lleva puestos. no sabe si alguno
se habrá dado cuenta de lo que son pero nadie se lo ha dicho. desde
luego pueden pasar por muñequeras extrañas, pero son grilletes de metal.
hoy tendría que estar de vuelta el objeto de un fin de semana bajo
las botas del Dueño. no ha podido ser por las razones que conocen pero
eso no significa nada. pronto el objeto volverá a estar delante del
Dueño, de rodillas, encadenado y amordazado, pero cada día, cada
segundo, cada instante, el objeto se somete a la voluntad del Dueño.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
domingo, 20 de febrero de 2022
día 4420 de esclavitud, castrado permanentemente
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