domingo, 6 de febrero de 2022

día 4406 de esclavitud, castrado permanentemente

la semana pasada el objeto cayó enfermo. al principio pensó que podría ser covid pero al final solo fue agotamiento físico y mental. desde entonces va arrastrando un cansancio considerable. es como si le faltara la energía. también esa es una de las consecuencias de la covid y claro, puede ser que el objeto lo haya pasado sin síntomas. sin embargo no cree que sea eso. hoy ha estado pensando y se ha dado cuenta de que no se ha sentido profundamente descansado desde antes de las navidades, concretamente desde la última vez que fue a servir al Dueño. la conclusión es clara: visitar al Dueño es el único descanso del que disfruta el objeto, en el que realmente puede recargar las pilas. durante el tiempo de su existencia trabaja, estudia, se esfuerza y los fines de semana, que se supone son para descansar, no producen ese efecto. la razón es porque durante los fines de semana también tiene que simular ser humano, y por ejemplo, tiene que hablar. el único lugar de tierra en la que el objeto puede estar un día entero sin pronunciar palabra es bajo las botas del Dueño. es como ir de retiro: siempre los grilletes, siempre la cadena, siempre la mordaza y vivir sometido cada segundo a la voluntad del Dueño. ahora que sabe que el 17 irá a servirle, a pasar un fin de semana de retiro parece que la cosa ha mejorado y el objeto se siente mejor.
tampoco quiere dar la imagen de que está en continuo y permanente sufrimiento cuando no está ante el Dueño. sigue el objeto con el mandato de conseguir la ataraxia, que nada le afecto, que ninguno de los humanos que está a su alrededor consiga alterarlo. no siempre lo consigue. está en proceso de hacerlo y es difícil, especialmente cuando el estado físico no ayuda. es una tarea de toda la vida y no es algo que se consigue sino un habito que se practica, una habilidad que se adquiere y cuanto más la usas mejor te sale. la ataraxia, igual que el silencio, no es una meta sino algo que integras, igual que levantarte cada mañana, leer siempre que puedas o lavarte los dientes. a veces no lo haces pero cuanto más lo realizas, más lo echas de menos cuando no puedes hacerlo. ese es el objeto y cada visita al Dueño ayuda al objeto a conseguirlo.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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