hay mucha mentira por ahí suelta. pocos admitirían que son fetichistas o que les gusta el tema de la Dominación y la sumisión. sin embargo la experiencia del objeto es que hay mucho más de lo que imaginamos y también que no son capaces de dar el paso, de ser sinceros consigo mismo, o de permitirse probarlo. si la frase del Dueño es correcta en el sentido de que quien hace un comentario sobre las botas del objeto es porque desearía llevarlas pero no se atreve o porque le excitan, esto puede decir que al menos el 50% de la gente con la que trabaja tiene un morbo por las botas. no digo ya un fetiche, a eso no se atreve el objeto, pero sí a algún tipo de morbo. la cuestión es que esto se juega en la intimidad, salvo aquellos sumisos que muestran su condición de alguna manera: con un collar al cuello o con algún tipo de ropa. pero el hecho es que si echásemos un vistazo a los armarios de nuestro compañera de trabajo, de quien compra junto a nosotros en el supermercado o de quien va a la iglesia, nos encontraríamos con más de una sorpresa.
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