una de las cosas que más ha maravillado al objeto es la capacidad que tienen los Superiores de hacer que los inferiores adoremos las herramientas de nuestra sumisión. igual que lamer las botas no sólo es una forma de respeto sino que es una manera de entrar en subspace y mostrar la sumisión hacia quien las lleva, este esclavo lame las cadenas que lo tienen sujeto y que impiden que pueda escapar. está preso, prisionero, sometido, y sin embargo las lame. porque hay una duda que se plantea eternamente, la de si los Amos nos someten o nosotros nos sometemos. como otras muchas preguntas de la vida da igual la respuesta. el hecho es que ocurre, que el inferior está ahí encadenado, que le han privado de rostro, con lo cual ha comenzado su proceso de deshumanización. da igual su nombre, su identidad, su afiliación, su escala social. todo eso desaparece detrás de la capucha de cuero. con ella todo de equilibra, todos somos iguales, todos nos convertimos en lo mismo y sólo hay una división: Amos y esclavos, Superiores e inferiores.
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