lunes, 31 de enero de 2022

día 4400 de esclavitud, castrado permanentemente

hace 4400 días que el objeto pertenece al Dueño. 4400 días que la tierra lleva viajando alrededor del sol desde aquella noche en que el Dueño echó el anzuelo y el objeto picó. como ha dicho en muchas ocasiones su destino estaba sellado, mucho antes incluso de que eso ocurriera. el destino del objeto fue sellado cuando el Dueño decidió que, pasara lo que pasara, el objeto sería suyo. y así ha sido. recientemente se han cumplido doce años de sumisión y esclavitud, y por esos avatares del destino, por la caprichosa órbita de la tierra no ha coincidido con ningún número redondo, y el número redondo de hoy no coincide con ninguna fecha significativa en la relación. poco importa eso. el hecho es que hoy el objeto pertenece al Dueño y le pertenece de una forma que es difícilmente comprensible hasta para el propio objeto. nunca pensó que estaría tan controlado, que su cerebro sería tan modificado y que su mente estaría tan encarcelada. jamás pudo imaginar que llegaría a este punto de no hablar en presencia del Dueño, de no poder rechazar nada de Él, de no tener siguiera opinión ni voluntad. lo último ha sido que el objeto no tiene derecho a mirarse en un espejo y, casi de forma natural, el objeto rehuye la mirada. como ha dicho el Dueño, no necesita mirarse para nada, salvo tal vez para arreglar la barba y mientras no se mire a los ojos es como si no se viera. es extraño eso del reflejo. puede hacer como que estás mirando a un extraño, mientras tus ojos no se encuentren. tal vez es por eso que el objeto no puede mirar fijamente a los ojos del Dueño. son como fuentes de poder y esto siempre ha eludido encontrarse con ellos. ahora mucho más. así debe ser. así es como es.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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