día 4391 de esclavitud, castrado permanentemente

tomar conciencia de que eres un objeto implica un montón de cosas, muchas de las cuales no son políticamente correctas y, posiblemente, susciten el rechazo de la mayoría de la población. pero este objeto ha aceptado que este blog no es un espacio de encuentro para la mayoría, sino para un grupo selecto de personas que sienten y piensan de una manera determinada y que tiene mucho de abyecto, excluyente, marginal incluso. la primera de las cosas que acepta uno cuando es un objeto es que no tiene derechos, al menos frente al Dueño. la libertad, la capacidad de decisión, incluso la movilidad, el derecho de expresión, de opinión.... todo eso desaparece. un objeto no tiene derechos. para muchos puede ser chocante e incluso asqueante, pero es así. esto no sólo lo acepta sino que entiende que es la mejor forma para ser feliz, la única forma de realizarse. la experiencia que tiene es que, precisamente, cuanto menos derechos, más feliz, cuanto menos decide, más paz, cuanto más controla el Dueño, más calma. uno de los "derechos" a los que no tiene "derecho" el objeto es a la intimidad. una vez encontró por casualidad el objeto un enlace al diario en otro blog y lo definía como un blog extremadamente duro por sincero. al objeto le sorprendió porque no tenía conciencia de ello. lo que si tiene conciencia en estos momentos es que la intimidad es algo a lo que no tiene derecho el objeto, no sólo con el Dueño, sino con todos y todas las lectoras del blog. el único límite es el de otras personas y aquellas cosas que esas personas comparten con el objeto. aparte de eso esto debería poner todo aquí, absolutamente todo. es cierto que no lo hace por despiste, dejadez, falta de entrenamiento o, y esto es la mayoría de las ocasiones, porque vivir con humanos hace que pierda de vista que no tiene derecho a guardarse nada. entradas como esta ayudan al objeto a tomar conciencia de eso, a volver a reiniciarse, y saber que lo que tiene que hacer es aceptar que no tiene derecho a la intimidad.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.