el objeto ha tenido
un día duro porque ha tenido que portarse como un humano. hay una
persona en el trabajo que está empeñada en hacerle al objeto la vida un
poco imposible y el viernes cometió un acto rastrero. como objeto
debería dejarlo ir, pero el Dueño ha ordenado al objeto que en su vida
cotidiana no se deje pisar por nadie, porque si alguien pisa al objeto
está pisando al Dueño. así que el objeto ha tenido que actuar hoy con
algunos compañeros. no ha sido en plan pelea ni nada, sino dejando
algunas cosas claras y plantándose. es sorprendente como algunos humanos
aprovechan la timidez o incluso la educación de otros para imponerse,
para imponer sus criterios y para sacar partido. el respeto no es algo
que esté muy presente en estos entornos humanos. el mismo objeto, antes
de ser entrenado por el Dueño, antes de ser de su propiedad, era una
persona tímida y apocada. posiblemente era una consecuencia de la
contradicción en la que vivía, de la distancia entre lo que sentía y
deseaba, aunque aún no lo supiera, y lo que la sociedad esperaba de él.
por eso tal vez estaba siempre triste, deprimido y sintiéndose que no
encaja en ningún sitio. hasta que llegó el bdsm primero pero sobre todo
el Dueño. paradójicamente el Dueño es el que ha conseguido, eliminando
la humanidad del objeto, que sea posible para esto vivir como entre los
humanos sin que abusen de él o se aprovechen. en el fondo era una
cuestión de egos, de qué pensarían los demás del objeto y eso
condicionaba todo su comportamiento. hoy el objeto ha marcado límites,
de una forma asertiva, educada, segura. y todo gracias al Dueño. y con
respecto a la persona que comenzó todo esto, como comentó el objeto
ayer, ignorancia completa. no está en su horizonte vital. sencillamente
no existe.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
lunes, 17 de enero de 2022
día 4386 de esclavitud, castrado permanentemente
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