viernes, 7 de enero de 2022

día 4376 de esclavitud, castrado permanentemente

el Dueño es sabio. sabe en todo momento lo que necesita el objeto. ayer necesitaba que lo pusieran en su sitio, que cayera en la cuenta de que su subconsciente también debe ser domado y controlado, de que vive y existe para servir al Dueño. los ecos de esa acción aún resuenan en el objeto que se ha levantado muy sumiso y obediente, muy devoto del Dueño a quien considera lo más Superior que hay en su vida en estos momentos. siguiendo por esa senda, el Dueño le dijo al objeto que hacía mucho tiempo que no se ordeñaba, que no se sacaba la leche y que por cuestiones de salud debía hacer, con la jaula puesta por supuesto. el Dueño le ordenó que lo hiciera, primeramente intentando que saliera por estimulación anal, y en caso de no poder, moviendo la jaula simulando una masturbación. el requisito era, por supuesto, que no debía sentir ningún tipo de placer, y que si era así debía confesarlo para ser castigado. el Dueño especificó claramente que no era un castigo sino una medida higiénica para la salud del objeto. esta aclaración era importante porque en cuanto lo dijo el objeto pensó si había hecho algo mal. el condicionamiento del entrenamiento del objeto ha llegado hasta el punto de aborrecer correrse, de parecerle sucio y repugnarle. la castidad es limpia y sin problemas, clara y sencilla. aún así el objeto ha aprendido que no debe responder al Dueño sino obedecerle ciegamente. el Dueño sabe mejor que el objeto lo que el objeto necesita. y así lo hizo el objeto. fue más complicado de lo que pensaba. de entrada pronto se dio cuenta de que no conseguiría sacarse la leche por estimulación anal así que lo dejó. el Dueño había permitido ver videos o estimularse de la manera que el objeto mejor considerara. sin embargo no lo conseguía.... hasta que puso una foto del Dueño, con botas y mirando con esa cara que tiene cuando mira a un inferior, y entonces ocurrió. la leche salió de una forma bastante dolorosa y asquerosa diría el objeto. se limpió lo mejor que pudo pero se le quedó esa sensación de haber hecho algo para lo que no tenía derecho, algo sucio, algo que no se merece.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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