jueves, 6 de enero de 2022

día 4375 de esclavitud, castrado permanentemente

cualquier sumiso que piense que está completamente entrenado y que no necesita aprender más, ha comenzado a fracasar. siempre hay que dar un paso más, siempre hay que avanzar y aprender. someterse más, someterse mejor. no es una cuestión capitalista de acumular, sino vivencial de que en cada momento de tu existencia eres diferente y debes aprender a someter lo que eres en ese momento. hoy ha pasado algo así al objeto. el Dueño ordenó al objeto comprar unas determinadas figuras que quería, el objeto obedeció, pero por un instante pensó que eran una tontería y una pérdida de dinero. inmediatamente se dio cuenta de su error, de que había sido el ego quien había hablado y no el objeto. aún así uso bajo las botas del Dueño confesar y confesó lo que había pasado, sabiendo que no sería de Su agrado y que traería consecuencias. y así fue. no sería capaz el objeto de decir si se enfadó o sencillamente se sintió defraudado. en cualquier caso ninguna de las dos cosas era aceptable. lo interesante fue que el Dueño sabía que el objeto iba a tener ese pensamiento. el castigo fue que el objeto se quitara las botas y los grilletes con los que estaba en casa, así como la mordaza y estuviera todo el día como una persona normal. parece una tontería pero fue un castigo muy duro, que el objeto lo sintió profundamente. en el fondo el Dueño le estaba diciendo que no era digno de servirle y eso le produjo una profunda tristeza al objeto. el Dueño sabe perfectamente que los castigos físicos son más llevaderos que este tipo de penas. este es el regalo que el Dueño ha hecho al objeto en este día tan particular y esto no puede dejar de agradecérselo.

sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega

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