el objeto ha
comentado ya en este blog que hay algunos compañeros y compañeras nuevas
en el trabajo, y por tanto son nuevos relacionándose y conociendo al
objeto. eso explica que hayan realizado algunos comentarios sobre las
botas del objeto porque hoy ha vuelto a ocurrir como la semana pasada.
estaba el objeto en la cafetería del trabajo y un compañero le ha
comentado algo de las botas. le ha dicho que él tenía unas pero cortas y
que le gustaban mucho y todo eso. el objeto ha sonreído y ha dicho lo
que le dice siempre el Dueño a propósito de que comentó que cuando
llevaba esas botas se metían con él. el objeto le dijo "cuando alguien
dice algo de mis botas es porque le gustaría llevarlas pero no se atreve
o porque le gustan y lo acepta". el compañero respondió que eso era
así. el objeto debe confesar que fue un poco más allá porque le dijo que
algunos hacían comentario pero lo que realmente les gustaría es
chuparle la punta de la bota, que había gente para todo. inmediatamente
el compañero comenzó a ponerse colorado y a trabarse, a no saber que
decir mientras la de la cafetería tenía que controlar la risa. el objeto
sabe que el Dueño siempre tiene razón pero sigue sorprendiéndose de lo
profundo que es en el conocimiento humano. lo de hoy fue una
confirmación de que los que comentan algo de las botas del objeto, y
muchos que no lo hacen, es porque les gustan y les excitan sexualmente.
les llama la atención y más de uno querría sin duda arrodillarse y
lamérselas al objeto.
por la noche el Dueño estuvo mensajeando al
objeto y, a falta de una manera mejor de decirlo, le "folló" la mente.
el objeto usa esta expresión cuando el Dueño refuerza o introduce ideas
nuevas en la mente del objeto. en el teléfono del objeto van apareciendo
frases que envía el Dueño y el objeto prácticamente no tiene tiempo de
digerirlas, ni de mediarlas, por lo que entran directamente en su mente,
en el subconsciente o más abajo. lo único que sabe es que se siente
abrumado por el Dueño y el estado psicológico del objeto cae
inmediatamente en el subspace. cuando la experiencia termina el objeto
no puede hablar, apenas puede moverse, y nota como esas ideas van
comiendo su cerebro, su mente, reconfigurándola, reconstruyéndola,
haciéndola a la forma que el Dueño desea, sin que pueda hacer nada, sin
que quiera hacer nada. el lavado de cerebro existe y es lo que el Dueño
hace con el objeto. no puede esto decir nada porque es precisamente so
lo que suplicó el objeto en su momento, lo que suplica cada día, lo que
añora que haga el Dueño incluso más profundamente de lo que lo hace
ahora. esto se siente completa y absolutamente sometido al Dueño y Éste,
al hacer esto, no hace más que ejercer su derecho sobre lo que es suyo.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
martes, 16 de noviembre de 2021
día 4324 de esclavitud, castrado permanentemente
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