el objeto está
notando que empiezan a valorarlo en la nueva posición en la que está.
después de algún tiempo de inestabilidad, el resto no sabía como
situarse ante el objeto, las cosas han empezado a encajar. los demás
miran y ven como trabaja en su nueva posición y se preguntan cómo lo
hace, como consigue los resultados que consigue. y el objeto no tiene la
respuesta. sencillamente trabaja y es él mismo. desde luego no les
puede decir que es obra del Dueño, del entrenamiento al que ha sometido
al objeto y que mantiene el ego controlado, así como que no se deja
llevar por la prepotencia y el orgullo. el objeto no puede decirles que
la mejor forma de mejorar en su trabajo es buscar un buen Amo y
someterse a Él. y es lo que ha pasado realmente. estos once años de
entrenamiento han llevado a esto, a un ser que no es humano pero que
curiosamente empieza a sentir el reconocimiento de la gente de
alrededor. ya alguno me ha pedido hoy estar más cerca para ver cómo lo
hago, y no hay recetas mágicas salvo conectar con tu auténtica
naturaleza y echar toda la carne en el asador.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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