"todo es por tu bien, objeto". esta frase, dicha por el Dueño encierra toda la fuerza de la relación. las órdenes, los castigos, las normas, los rituales, todo es siempre por el bien del objeto. durante este tiempo de entrenamiento se han producido situaciones duras, intensas, profundas y radicales que siempre han tenido como fin el bien del objeto. especialmente importantes son los castigos que centran al objeto y le muestran el camino a seguir. la primera reacción es de rechazo, sin embargo llega la aceptación y con ella la paz.
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