las cadenas más fuertes no son las físicas, las de metal. lo más fuerte son las que el Dominante consigue introducir en la mente del inferior. lo hace mediante ritos, normas, prácticas y enseñanzas. todo eso hace una combinación que poco a poco va encarcelando la mente, enjaulándola y poniéndola a buen recaudo. eso no impide que de vez en cuando, en determinados momentos, haya que volver a poner al inferior en su sitio. mediante unas buenas cadenas. porque lo que se hace fuera tiene su efecto en el interior y viceversa. a veces el mismo bondage puede convertirse en una exageración porque si la camisa de fuerza no era suficiente, las cadenas no hace sino reiterar un hecho, repetir algo, en definitiva, son innecesarias. sin embargo ese es el fetichismo, ponerse lo que no es necesario solo porque le gustaba.
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