nadie podría negar que el bdsm tiene una estética propia, particular, auténtica, original. es una estética peculiar, que no se encuentra en otro sitio. esta estética desemboca en una iconografía, en una simbología de forma que un iniciado pueda encontrar un modelo al que querer parecerse. el lado negativo es que ese modelo no siempre es alcanzable y se convierte más en un ideal que en una realidad. es una combinación´de cuero, latex, piercings, tatuajes y elementos complementarios como guantes, gorras o botas. con todo eso se producen combinaciones , algunas más radicales que otras. aprender a usar esa simbología es parte del entrenamiento por el cual entras en el mundo bdsm.
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