para un sumiso inferior vivir encerrado no es un castigo, sino al contrario, es un lugar seguro donde sentirse protegido y a salvo. igual que el cuero protege la piel, los guantes las manos, y las botas los pies. los barrotes y las esposas protegen a la mente de las inseguridades y de la maldición que significa tener que elegir. la paz da solo obedecer, someterse y obedecer.
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