el objeto tiene que entregar una cosa del trabajo y se siente incapaz de terminarla. su capacidad de atención es mínima, su energía va decayendo y siempre busca excusas para no sentarse a hacerlo, como actualizar el blog, por ejemplo. esto tiene de bueno, que el blog, que llevaba un retraso brutal, ahora está más o menos actualizado. por fin el tiempo ha cambiado, desde el miércoles, y parece que ha llegado el otoño. el objeto ha tenido que cambiar las botas sendras por las de lluvia. al ser artesanales, si se mojan pueden estropearse, eso es lo que el Dueño ha enseñado al objeto. las que el objeto llama "de lluvia" no son de goma, sino unas marrones tipo engineer que son resistentes al agua. hoy han suscitado algún comentario en el trabajo del objeto, del tipo "no te había visto esas botas", y cosas por el estilo. eso es una señal de que el objeto va avanzando en la sumisión. hace un tiempo un comentario así hubiera suscitado algún tipo de respuesta vergonzosa o justificativa en el objeto. ahora sencillamente sonrie y saca pecho, intentando que el ego no sea el que tome las riendas. la humillación y la sumisión son sus alimentos, aquello que le hace vivir y sin ellos el objeto se marchitaría. y la única persona que se la proporciona al objeto es el Dueño, por eso depende del Dueño para existir.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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