miércoles, 25 de noviembre de 2020

día 3968 de esclavitud, castrado permanentemente

 un objeto que tiene que simular ser humano vive en una tensión casi permanente. por un lado ha sido entrenado a ceder el control, a someterse al Dueño, a vivir bajo sus botas sin pensar, sin decidir, sin hablar, sin elegir, casi sin poder mirarle fijamente. sin embargo en su vida cotidiana el objeto tiene que decidir, hablar, enfrentarse a su entorno, e incluso mandar, ya que en el trabajo ocupa un puesto de responsabilidad. la tensión de ambos polos puede llegar a un punto en que sea insostenible y esta semana el objeto se pregunta si habrá llegado a ese punto. tal vez sea el cansancio, la situación sanitaria, la presión que el trabajo le ha producido este año, o una mezcla de todo eso. tampoco descarta la radicalización del entrenamiento del Dueño, lo abajo que ha caído el objeto en la sumisión, lo profundo que está cuando entra en subspace. lo único que sabe el objeto es que se desvela de madrugada, está casi siempre cansado y encuentra pocos alicientes en lo que hace. su entorno es hostil y sólo desea, y sueña despierto, con estar encerrado y encadenado definitivamente, sin hablar y con capucha, en la mazmorra del Dueño.

sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

No hay comentarios: