el objeto ha estado mañana y tarde pegado al ordenador, en dos formaciones distintas. por la mañana fue del trabajo y por la tarde, un taller del curso que está haciendo los viernes. la verdad es que disfrutó lo dos, porque aprendió cosas, pero fue sinceramente agotador. aunque cada vez es más frecuente, el objeto no está acostumbrado a estar tanto tiempo por videoconferencia, y la verdad es que cansa. sin embargo el objeto pensó que esta nueva situación le favorecía mucho porque abre la posibilidad de que pueda trabajar encerrado. en twitter hay un montón de perfiles de gente que ha empezado a trabajar desde casa y lo hacen con botas, en latex, incluso encapuchados, amordazados, encadenados, en resumidas cuentas de la forma en que el Dueño quiere tener al objeto permanentemente. la ventaja de esto es que hoy el objeto apenas ha tenido que hablar unas palabras, y ha sido muy gratificante.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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