hay días buenos y días malos, y días como el de hoy. el objeto ha llegado a un límite, a un punto donde su existencia simulando ser humano le ha agobiado tanto que le ha hundido. se levantó muy temprano, bueno realmente se desveló a las cuatro de la mañana y no pudo seguir durmiendo. lleva un par de días pasándole lo mismo y el objeto no puede trabajar ni encontrarse bien si no duerme lo suficiente. es algo que va con su cuerpo. puede no comer o no beber pero la falta de sueño le pasa factura rápidamente. el hecho es que pudo aguantar la mañana de trabajo a base de café. sin embargo anímicamente se sentía muy mal y lo puso, como todo bajo las botas del Dueño, que ordenó que pasara la tarde descansando, durmiendo.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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