uno de los mayores regalos que el Dueño ha hecho al objeto es el del silencio. el objeto aprendió pronto que al Dueño le gustaba tenerlo amordazado, pero no ha sido hasta hace relativamente poco, un par de años, en que el Dueño ha enseñado al objeto que su opinión no cuenta, que sus criterios no son importantes, que no es necesario hablar, sólo obedecer. si en el fondo nos fijamos hablamos casi exclusivamente para dar nuestra opinión, para decir lo que pensamos o creemos. en el caso de un inferior se llega a un punto en que eso es innecesario. es cierto que al principio del entrenamiento la comunicación es fundamental. e incluso en un estado avanzado, en cualquier estado de una relación de Dominación/sumisión la comunicación es fundamental, pero ¿por qué tiene que ser hablada? el diario es una fuente de información fundamental para el Dueño, y a la vez una forma de comunicación del objeto. los Amos no tienen por qué ser telépatas para descubrir nuestro interior, pero es verdad que se llega a un punto en el entrenamiento en que Ellos nos han modificado de forma tan profunda que son capaces de leernos sin que tengamos que decir nada. entonces el silencio es otra muestra de sumisión y obediencia. callamos para que nuestras obras, nuestras actitudes y nuestra vida hable por nosotros.
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