una de las cosas más desesperantes en la vida, y posiblemente por eso es utilizado como forma sutil de tortura, es poner cerca algo que deseamos pero impedir que lo consigamos. tener a pocos metros, o centímetros, algo pero que no esté a nuestro alcance. una vez inmovilizados con cualquier forma de bondage, esta práctica se vuelve una tortura terrible. puede ser la llave de la jaula de castidad que llevamos, puede ser el sexo de nuestro Amo o de un hermano esclavo, o sencillamente un vaso de agua estando profundamente sedientos. en cualquier caso el deseo insatisfecho, pero sobre todo la frustración, es una potente arma de entrenamiento porque el inferior toma conciencia de que no depende nada de él, de que todo está en manos del Amo, y cuando esa idea arraiga lo suficientemente fuerte en la mente y el espíritu del inferior, la mitad del trabajo ya está hecho.
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