a veces no es nada. no hay nada en particular, nada que sea excesivamente atractivo o significativo en una imagen, pero llama la atención al objeto. puede ser su fuerza, lo que desprende, normalmente es lo que se deduce, lo que hay más allá de lo que se ve. tal vez se a la fuerza, la potencia de lo que se intuye, de lo que no se muestra explícitamente pero que está ahí. a lo mejor es el olor a autoridad, y por tanto la respuesta condicionada de sumisión en la mente del objeto. el hecho es que hay imágenes que llaman la atención, sin saber por qué, sin tener que saberlo, sin necesidad de saberlo. a veces sencillamente hay que aceptar que las cosas son así y punto.
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