viernes, 23 de octubre de 2020

día 3935 de esclavitud, castrado permanentemente

 seis horas de trabajo por la mañana y cinco por la tarde, para que después digan que la esclavitud ha desaparecido. para ser justos las cinco de por la tarde son para un curso que el Dueño ha permitido hacer al objeto, así que no es tanto.
el problema es que todo este tiempo el objeto está simulando ser humano, comportándose como un humano, actuando como si fuera humano; y eso lleva a alejarlo de su auténtico ser, de cómo lo ha creado el Dueño. como ha dicho el objeto en muchas ocasiones, a veces las palabras no son suficientes para expresar lo que siente el objeto, el carácter de su relación con el Dueño. es por eso que a veces tienen que recurrir a la metáfora o a la comparación. y a veces esa comparación y esa metáfora son más reales que un enunciado afirmativo.
el objeto se siente, es, una creación del Dueño desde que empezó su entrenamiento hace 10 años, el Dueño fue pacientemente desmontando al ser que se creía humano, autónomo, libre con derechos, y le hizo ver lo contradictorio de su situación. fue paciente y delicadamente desmontando hasta que lo destruyó definitivamente. y luego comenzó su creación, mostrando un nuevo ser que es el objeto ahora.
realmente el objeto no puede decir si el orden fue ese o fue algo simultáneo. el hecho es que en un momento dado esto se dio cuenta de que ya no era ese ser que se creía humano sino que era otra cosa. es tan difícil de expresar que no sabe el objeto si como lo cuenta hace justicia al proceso. no fue algo consciente por parte del objeto, ni elegido. es cierto que en muchas ocasiones suplicó al Dueño que lo convirtiera en un esclavo que ni siquiera pudiera decidir o pensar por sí mismo, pero ahora sabe que esa súplicas eran fruto de las calenturas y que nunca pensó o creyó que el Dueño fuera capaz de hacerlo. igual que tampoco creyó que se pudiera vivir permanentemente enjaulado en castidad o llevando botas en todo momento.
igualmente creyó que era imposible vivir como si estuviera amordazado las 24 horas y aquí está el objeto, viviendo las tres cosas. nunca como ahora fue más verdad la frase "cuidado con lo que deseas porque se puede convertir en realidad".
el hecho es que el objeto lleva más de cinco años en castidad, que sólo lleva botas y que es incapaz de hablar delante del Dueño; que pone bajo las botas del Dueño cualquier decisión, por pequeña que sea y que el Dueño controla y decide sobre la vida del objeto. esto es de su propiedad, aunque esté lejos, eso no importa. todo está bajo sus botas.

sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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