viernes, 16 de octubre de 2020

día 3928 de esclavitud, castrado permanentemente

 el Dueño ha hecho hoy un retrato de la vida que quiere para el objeto, realmente es dar un paso más porque la conversación comenzó diciendo que la pandemia le he hecho pensar y que quiere tener al objeto cerca, aislado. hasta ahora siempre había planteado comprar una casa pero hoy le dijo al objeto que estaba pensando hacerle ir y encerrarlo definitivamente en una casa que tiene en la granja, un pueblo cercano a madrid. allí estará el objeto encerrado, con los libros, un ordenador y siempre amordazado y encadenado, sin salir y esperando a que fuera de vez en cuando el Dueño desde madrid. el objeto no tendrá que salir para nada, ni hablar con nadie, ni siquiera para hacer la compra que se hará por internet o la llevará el propio Dueño. una de las habitaciones sería la mazmorra y el objeto podría dedicar todo su tiempo a leer, escribir y producir un silencio, siempre que no estuviera sirviendo al Dueño. el objeto sólo tendría que llevar las botas y pocos objetos de cuero y latex que tiene aquí. no necesitaría nada más porque el Dueño se encargaría de todo. la pandemia parece acelerar todo, al menos en los deseos del Dueño. cuando preguntó por las consecuencias para el objeto de irse ya, el objeto fue sincero con el Dueño y eso le desagradó, no porque no estuviera el objeto dispuesto a asumir esas consecuencias y obedecer, que lo está, sino porque el Dueño, en su benevolencia quiere que la transición sea lo menos traumática posible, y eso está complicado, al menos por ahora
todo llegará, esto lo sabe. sabe que su destino está bajo las botas del Dueño y no hay otro sitio. por la tarde volvimos a intercambiar algunos mensajes y el Dueño se mostró duro y el objeto se lo agradeció. entonces hablamos de como el objeto percibe la dureza del Dueño como una atención hacia el objeto porque con su dureza y autoritarismo está llevando al objeto a desarrollar toda su potencialidad. la pena por un esclavo sufriente es un engaño del ego. los esclavos naturales agradecemos esa dureza y el Dueño lo expresó magníficamente diciendo que se limitará a algún momento en el que desee ser Daddy pero que tiene que elimi­nar cualquier rasgo y consideración humana con el objeto, y que esto es por el bien del objeto. nuevamente al objeto le maravilla la sabiduría del Dueño. no sólo es sabio sino también justo, magnánimo y muy inteligente porque sabe llevar al objetor donde esto necesita estar y a donde necesita ir.

sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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