no hay nada comparable a la experiencia de "romper" a un esclavo, a un inferior. no se trata de fracturarle una pierna o de romperle un brazo. consiste en vencer cualquier resistencia que pudiera tener ante de conocer a su Amo. un inferior es un ser dañado, herido, deformado por una sociedad que propugna la igualdad y la lucha despiadada entre sus miembros, por la necesidad de imponerse, de ser mejor a cualquier precio. los esclavos naturales son lanzados a este mundo y educados de esta forma, lo que entra en completa y frontal contradicción con lo que son, con sus sentimientos y emociones. obligados a forzarse a ser seres extraños, acaban con un profundo sentimiento de inconformismo, de que no están bien en ninguna parte, de que algo va mal en ellos. irónicamente los afortunados que encuentran el bdsm y que son acogidos y entrenados por un Dominante, comienzan un proceso de curación que culmina con esa "ruptura", con ese "romperse" que no es otra cosa sino darse cuenta de lo que realmente son y de que han vivido engañados todo este tiempo. entonces ya no hay marcha atrás, ya no hay otra forma de vivir para ellos. los inferiores palpan el paraíso y ese está, normalmente, atados y amordazados a los pies de sus Amos.
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