para un fetichista el tacto del cuero es liberador, relajante, tranquilizador. cuando un Amo le toca con su mano enguantada tiene un efecto hipnótico, calmante. es un acto que sólo puede hacer un Dominante. en la vida cotidiana no se pasan manos enguantadas por la cara, a menos que quieras marcarlas simbólicamente, expresar tu poder, tu control. el olor del cuero debe ser embriagador, su tacto una caricia, su fuerza abrumadora. es esa fuerza que irradian los Amos la que nos hace temblar, la que hace que nuestras piernas no puedan sostenernos. estamos completamente a Su merced. no hay otro camino.
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