otro día de cuidados, otro día encerrado. nada excesivamente erótico, glamuroso o sexual, pero con sentido. durante la mañana el objeto estuvo enviando mensajes al Dueño porque no podía quitárselo de la mente.
por la tarde, al mediodía realmente llamaron al objeto del trabajo por un problema y pensó el objeto que no lo dejaban tranquilo ni el fin de semana.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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