hay algo que efectivamente reconocería a los vanillas, a los críticos del bdsm: nuestro mundo encierra cierto grado de violencia. la ejercen los Superiores sobre los inferiores. la ejercen los Amos sobre sus esclavos voluntarios. la ejercen los Sádicos sobre los masoquistas. la diferencia es que es una violencia voluntaria, purificadora, transformadora. es una violencia consentida y que produce placer, mucho placer en algunas situaciones. y el cuero está presente. el cuero es el material que recubre esta violencia voluntaria, consentida, transformadora y que da sentido a toda relación de Dominación/sumisión.
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