el cuero negro y la hipermasculinidad están vinculados con la Vieja Guardia, esa forma de vivir el bdsm que tiene más que ver con una forma de vida con rituales y reglas estrictas que con una mera práctica sexual. a ningún lector del blog se le escapa que el Dueño y el objeto somos "partidarios", si se puede utilizar esa palabra, de la Vieja Guardia. el Dueño es muy ritualista, le gustan las cosas a su manera, además de ser hipercontrolador. esto se ha sorprendido en alguna ocasión cuando en algún viaje tenía planificado el fin de semana al dedillo, qué hacer en cada momento, cuánto duraría, etc. pero hay algo de la Vieja Guardia que trasciende lo puramente físico u organizativo, y es su dimensión moral. el Dueño no permitiría que el objeto se comportara de una forma inadecuada, que no fuera coherente con su palabra, que mintiera o no se comportara honorablemente. esto es plenamente consciente de que no son valores en alza, pero son los valores que esto entiende pertenecen a la Vieja Guardia. ser honrado, honesto, servicial, leal... no son cosas que la Nueva Guardia lleve a gala, de hecho ni se lo plantean, pero esto no es un problema, ahí está la riqueza, que cada cual pueda vivir el bdsm como crea conveniente, como le gusta o como le apetezca.
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