el objeto recuerda remotamente cuando no sabía nada del bdsm. recuerda como vivía en una especie de confusión, de neblina que no le dejaba comprender el orden de todo. internamente sentía que no encajaba en ninguna parte, en ningún sitio. siempre estaba esperando algo por llegar. no estaba en su sitio. no se sentía en ningún lugar. entonces comenzó a caminar, a tener experiencias. recuerda la primera vez que se arrodilló ante un Amo encuerado, la primera vez que lo ataron y amordazaron, las primeras botas que besó y lamió. pero todo esa no rea nada comparado con la aparición del Dueño. ahí comenzó la vida del objeto de verdad. a partir de ese momento el Dueño ha destruido y reconstruido, ha creado y recreado aquello que siempre quiso tener. su resultado es el objeto y a través de todo este camino, la única certeza, la única verdad: que hay gente Superior y gente inferior y que los inferiores nacimos y vivimos para servir y obedecer a los Superiores. ese es nuestro lugar en el mundo, nuestro sitio. desde que el objeto lo comprensión y lo asumió ya no espera nada.. ya ha llegado a su lugar en el mundo. y toda esta reflexión viene ante esta imagen porque lo primero que ha sentido el objeto es que estaba ante un Superior. cuantos inferiores habrá por ahí que estarán igual que el objeto estaba al principio del proceso: perdido, sin rumbo, sintiéndose fuera de lugar. aceptar lo que eres, asumirlo, es, para nosotros, el primer paso hacia la felicidad.
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