a veces el objeto se sorprende de la creatividad perversa de los practicantes del bdsm, entre los que se incluye. sin duda un recorrido por la edad media nos puede hacer caer en la cuenta de la perversidad de algunos instrumentos de tortura de esa época. los actuales bdsmeros no se quedan atrás. basta una visita a cualquier tienda leather, bien personalmente o por internet, para darse uno cuenta de todos los artilugios y formas de atar, constreñir, torturar, producir dolor, aislar y un sinfín de cosas más que están a disposición de Amos y esclavos. desde las clásicas y siempre útiles cuerdas, hasta restricciones de cuero o metal, pasando por camisas de fuerza, capuchas, correas, etc. el catálogo sería muy, muy, muy extenso. y todo con una única finalidad: el placer a través del dolor y la sumisión. de entre todos esos mecanismos tal vez el más efectivo, para el objeto, es la camisa de fuerza, porque permite llevarla durante tiempo indefinido sin que se resientan las articulaciones. el objeto lo ha probado en madrid, donde el Dueño tiene una de latex. es extremadamente efectiva. sin embargo algo que siempre ha deseado probar el objeto es un traje de bondage, que es el que vemos en la imagen que lleva el inferior que está detrás, apretando las correas de la camisa. siempre ha pensado el objeto que sería muy difícil de poner, pero que una vez puesto, ofrece tantas posibilidades de ser inmovilizado, sujetado y asegurado que posiblemente no habría escapatoria.
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