la vida del objeto está lleno de efemérides, no puede ser menos después de diez años. hoy hace un año que el Dueño arrasó con cualquier resistencia que pudiera tener el objeto. el desencadenante fue que el objeto se retrasó en una orden del Dueño. todo fue con una llamada que hizo el Dueño. de pronto el objeto se encontró atado en una mazmorra mientras el Dueño lo azotaba con sus palabras. el objeto no podía reaccionar, ni pensó en justificarse o poner excusas. cada palabra del Dueño salía y golpeaba al objeto con una fuerza desconocida. esto no podía decir nada, ni hacer nada sino estar allí aceptando la situación. pocas veces el objeto se ha sentido tan indefenso y sometido. fue abrumador y cuando terminó el objeto sólo tenía ganas de arrodillarse, sujetarse a las botas del Dueño y echarse a llorar. eso, y aquella vez que el objeto perdió la conciencia sin perderla de hecho fueron dos hitos, que según el Dueño han puesto al objeto donde está ahora.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario