nadie puede entender realmente lo que es estar sometido si no lo experimenta, si no lo ha vivido. una cosa es imaginarlo, suponerlo, creerlo e incluso fantasear sobre ello, y otra muy diferente estar ahí. no se trata sólo del dolor físico, sino de los procesos psicológicos y mentales que se producen, cómo afecta al ego, como se puede entrar en un estado alterado de conciencia, cómo puedes estar en una realidad paralela. en cierta medida toda la parafernalia que acompaña al bdsm: cuero, latex, materiales a intrumentos de tortura, rituales, etc. no son sino ayudas para poder vivir esa experiencia, posibilitadores de la misma. la privación sensorial, pinzas en los pezones, el tacto del cuero, las mordazas que te condenan al silencio, las ataduras que te obligan a quedar indefenso. todo eso y el enorme listado de prácticas sirven para llevar a inferiores y Superiores a ese mundo de dolor, placer, sumisión, dominación, entrega y obediencia que es el bdsm.
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