en el fondo la masculinidad es algo muy frágil, porque hay muchas cosas de las que depende y que pueden jugarte una mala pasada. la principal es sin duda la humillación, porque es la principal medicina contra el ego y el ego es parte fundamental en la construcción de la identidad masculina, al menos en el mundo occidental. da igual la apariencia que tengas, lo mucho que te hayas currado la imagen. basta una certera humillación para que todo eso se desmonte. orinar es una de esas formas de humillación. es algo primitivo, que recuerda al mundo animal ya que muchos de ellos marcan su territorio precisamente con la orina. también tiene algo que ver con que la incontinencia es algo de las primeras y últimas etapas de la vida, entre los niños y los ancianos. por eso ser meado, o mearte encima, es una forma de humillación. no importa lo chulo que parezcas, las botas que lleves, o el cuerpo de gimnasio que te hayas construido. la orina fuera del baño te hace menos hombre.
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