algo que siempre ha llamado la atención del objeto es la funcionalidad del material del bdsm. cuando va a una tienda, o le preguntan, lo primero que dice es que no le importa que sea estético o no, pero que sea efectivo. en sus primeros años de práctica experimentó demasiadas cadenas que se rompían fácilmente, o arneses de cuero que no resistía un tirón, collares adornados pero que eran para lucir, no para mantener a un inferior controlado. esa es una opción siempre presente entre los fetichistas del cuero: elegir entre los estético pero poco efectivo o lo que no es tan bonito pero cumple perfectamente su función. a veces compaginar las dos cosas es posible, pero no siempre. la opción del objeto, porque es la opción del Dueño, es aparentar menos y controlar más, ser más efectivos que estéticos, en definitiva mirar más hacia el interior.
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