ha sido una de las semanas más dura de trabajo desde que terminó el confinamiento. realmente es una de las más duras del año, todos los años. tal vez por eso esta semana el sentimiento de haber profundizado en la sumisión y de objetificación ha sido mayor. el Dueño y el objeto han mantenido una conversación en la que el Dueño le ha dicho al objeto que está confundido, equivocado. cuando el objeto piensa o siente algo no es él quien lo hace sino que son los pensamientos, sentimientos y deseos del Dueño. cualquier tipo de individualidad ha sido ya erradicada por el Dueño. lo que queda es apariencia e ilusión y el objeto que vive engañado.
por supuesto esas palabras le impactaron y fueron suficientes para que el objeto sintiera como su corazón de aceleraba. algo en lo más profundo le decía que aquello era cierto, que no mentía sino que estaba dando forma a algo que se ha dio gestando durante mucho tiempo.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
por supuesto esas palabras le impactaron y fueron suficientes para que el objeto sintiera como su corazón de aceleraba. algo en lo más profundo le decía que aquello era cierto, que no mentía sino que estaba dando forma a algo que se ha dio gestando durante mucho tiempo.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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